jueves, 18 de junio de 2009

Gastronomía...de porque elegir carne asada y no pollo frito.


No es tan difícil elegir que comer cuando se tienen muchas opciones. Me refiero a que algunas veces lo único que quieres es comer y si no eres tan exigente podrás pobrar lo que sea solo para saciarte. Pero cuando se trata de carne asada es mucho más que sólo llenar el estómago. Totalmente contrario a elegir pollo frito, que va desde lo sencillo hasta casi llegar a los insípido y aburrido; éste último adjetivo puede parecer fuera de lugar, pero tomando en cuenta que comer es un placer, cuando te alimentas esperas algo “divertido”, quiero decir, algo que te deje el mejor sabor de boca. Esperas mucho más que unas piezas de pollo frito.

Cuando piensas en carne asada te vienen a la mente las caras de tus mejores amistades, momentos memorables y hasta la sonrisa que te obsequió la hija rubia del dueño del negocio donde trabajabas.

Carne asada es sinónimo de celebrar y festividad. Si alguien cumple años, si terminaron las clases, si se reunirán después de meses, si se va a dar una buena noticia, si es día de tal o cual… en realidad no importa tanto el hecho, importa la carne asada.

Ya estás recordando los complementos: música de fiesta, la cerveza que sujetas con la mano izquierda, la salsa recién hecha y los cacahuates medio rancios que no importan cuando piensas en lo bien que se ve la hermana de tu amiga que te acaban de presentar

Cuantas veces haz escuchado: “Va a haber carne asada en casa de Juan”, de Carlos, de Patty, de Cristina o de quien sea. En un lugar el lenguaje no miente y en una frase haber sustituido decir la razón del festejo por lo que “va a haber” de comer, semiótica y socialmente dice mucho. Dice la importancia que la carne asada tiene para una sociedad entera.

¡Patético sería escuchar! “Va a haber pollo frito en casa de Gustavo”. ¡Nadie asistiría! Gustavo se quedaría toda la tarde esperando a que llegaran los invitados en compañía de su novia si tuviese, del único inadaptado que nunca falta y del pollo frito sin chiste en un día gris.

Ya está por demás mencionar las características propias de la carne asada como su atrayente olor y su jugoso sabor, pues con el siguiente silogismo te darás cuenta del valor verdadero y secreto que la carne roja y lista para asar, guarda celosamente:

>>En muchas culturas el placer está relacionado con la maldad. Comer carne es tan placentero que algunas religiones tienen prohibido comer carne en ciertas fechas del año. Curiosamente en esas fechas puedes comer carnes blancas, como pescado, o claro, pollo frito<<.

martes, 2 de junio de 2009

Bendito placer....


Drawings by Ryan T. Riss.


El miedo a la tristeza es inminente en nuestra naturaleza y la mayoría basa su felicidad en cosas tan banales que no se dan cuenta que esta, es igual que las cosas que los hace felices, es nada. Entonces me pregunto; si nuestra felicidad es inexistente, ¿por que somos tan felices? Y como respuesta auto concebida siempre encuentro la misma salida; el humano es un mitómano por naturaleza, crea su propia grandeza para no sucumbir ante se endeble carácter, crea festividades, para todos los días poderse decir que se estiman y no sentirse solos, festejan cada año el día de su nacimiento para decirse a si mismo

- el día en que yo nací, fue un día distinto, ¡yo nací! -,

no es que no comparta estas viejas costumbres, es solo que me doy cuenta de que nuestra felicidad es tan flaca que necesitamos recurrir a esto y sin darnos cuenta caemos en ese circulo tan viciado.

Estos patrones de conducta son modelos que nadie ve mal, ya que todos los repetimos, pero cuando un individuo se comporta de forma distinta, es desechado de nuestra sociedad, tan llena de su doble moral y entonces es ahí que se conoce al raro, al marcado, el señalado, el que todos los días vive con el dedo del prejuicio como compañero y no le teme, para el, es su mejor amigo , para el es el que le ayuda a crecer y dejar de ser uno mas, de entre esa multitud tan resignada y temerosa.

Entonces me doy cuenta de que el hombre necesita placeres no felicidad.